lunes, 13 de diciembre de 2010

Reconstruir la Memoria

En homenaje a todos las víctimas del terrorismo de Estado.


En el ocaso


La noche está llegando,
Cuidado compañeros,
La patota se está preparando.
El sol ya no está y el miedo comienza a brotar;
Se encienden las luces de la ciudad,
Quién pareciera decir ojala que no se apaguen
NUNCA MÁS!!!
Los grillos comienzan a cantar,
Los perros a ladrar,
Están avisando que el apagón está por llegar,
Y cómo el viento al polvo chupará,
Hacia un centro y sin destino de la clandestinidad.
¡Qué lástima! este viaje te perderás,
¡Maldito tabique que no me deja mirar!
El paseo ya acabó y el interrogatorio comenzó
Los verdugos mi cuerpo desnudarían,
El cuál pronto recibiría el sadismo que ellos
Poseían,
Botas y puños me ablandarían,
La tiranía del agua fría mientras la picana me recorría.
En el submarino me sumergían y en la parrilla me cocían,
Día y noche o noche y día,
Esto se repetía y al pozo me devolvían.
Gritos, llantos, sufrimiento y dolor,…
Esa era nuestra vida.
La comida no servía y nuestras heridas putrefactas relucían.
Muy pronto ella vendría,
Y en los traslados acecharía, y siempre a uno llevaría.
La conciencia estaba perdida,
No sé quién soy, ni dónde estoy;
Mi identidad… desconocida,
Con un guarismo me llaman y en NN pronto me convertiría.
Llegó el día, una luz me avisa,
Que la batalla está perdida.
Y la doctrina cumplida;
Con sangre inscribe a una víctima más
En su larga lista negra.
Soy libre y gozo de la libertad divina,
Aún sin unción ni confesión de un inquisidor
Cómplice de herejes y esta maldición.
Compañeros, que la memoria se mantenga viva
y que las gargantas sigan coreando:
“la sangre derramada jamás será negociada”.

Profe: Walter Olivera.